miércoles, 27 de mayo de 2009

MARIA MODELO PARA LA JUVENTUD ACTUAL


MARIA, LA JOVEN DE NAZARET
- María fue una muchacha de su tiempo. Llevó, sin duda, la vida nor­mal de una joven israelita, en el seno de una familia creyente, según los usos y costumbres de su época. Creció con las ilusiones lógicas de su edad y compartió la esperanza de su pueblo en las promesas de Dios.
- María era todavía una jovencita cuando Dios le propone la noble misión de ser la Madre del Salvador. Dios, de esta manera, irrum­pe en la vida de María cuando ella es joven, cuando apenas em­pieza a abrirse al mundo, cuando su corazón está lleno de ilusio­nes, de proyectos y de ideales grandes.
- Y María se entrega generosamente al plan de Dios. Le dice "SI". Firma en blanco para el Dios sorprendente que le va a llevar por caminos insospechados y nuevos.
- María con su respuesta pone de manifiesto una gran capacidad de fe, de confianza, de entrega y disponibilidad. Pero también muestra su ESPIRITU JOVEN por aceptar el compromiso arriesgado, por su apertura a lo nuevo y por su corazón grande.
LAS ACTITUDES FUNDAMENTALES DE MARIA

* CONTEMPLACION

- María aparece en los evangelios como una mujer que medita y pro­fundiza los acontecimientos para descubrir en ellos la luz de la Palabra de Dios. María guarda en su corazón palabras, gestos y actitudes, intuyendo que se encuentra ante el hecho misterioso de la salvación de Dios.

- Hoy el mundo necesita personas contemplativas que, a la luz de la fe, mediten la presencia de Dios en nuestra historia.

* DISPONIBILIDAD ABSOLUTA A DIOS

- El "SI" de María en la Anunciación es un "SI" generoso y total que no sabe de tacañerías, limitaciones y condiciones... María estuvo siempre de parte de Dios, al servicio de su acción en el mundo. Ella es modelo de disponibilidad absoluta al amor de Dios y a lo que El nos pide para la construcción del Reino en nuestra socie­dad.

* SERVICIO DEDICADO A LOS DEMAS

- La vida de María fue una vida de servicio. La ayuda que prestó a su prima Isabel, a los novios de Caná y a los temerosos discípulos reunidos en el Cenáculo, son un botón de muestra. Con esta acti­tud de servicio María nos enseña que a Dios lo encontramos en el hermano que tiene necesidad de ayuda.

* COMPROMETIDA EN LA TAREA DE LA LlBERACION

- María tiene la experiencia vital de su pobreza, indigencia y necesi­dad de la intervención salvadora de Dios. Ella es la primera entre los humildes y olvidados de la tierra. Ella es la primer liberada por Dios.

- María, en el canto del "Magnificat" (Lc 1,46-55), proclama que Dios ayuda a los humildes y cambia la situación de injusticia, de opre­sión y de privilegio que tratan de mantener los poderosos para su propio provecho.

- María es signo de liberación para todos nosotros. Como ella, pode­mos aspirar a nuestra propia y total liberación del mal, del pecado y de las esclavitudes o situaciones injustas, contando con la ayuda de Dios.

* FIDELIDAD EN EL SUFRIMIENTO

- María, unida en todo a su hijo Jesús, conoce bien pronto el alcan­ce de las palabras que le dijo el anciano Simeón: "una espada te atravesará el corazón" (Lc 2,35). María siente esa espada de dolor a lo largo de toda su vida en forma de destierro, angustia, persecu­sión, incomprensión, pérdida de su Hijo, soledad...

- El dolor de María alcanza su punto culminante en el Calvario. Ahí, de pie junto a la cruz, ve morir a su Hijo. Tiene la experiencia más amarga de la injusticia y de su propia impotencia.

- María con su fortaleza nos descubre el sentido cristiano del dolor y nos anima a continuar con fidelidad y esfuerzo nuestras responsa­bilidades de hombres y cristianos.

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